Cinco aspectos fundamentales para trabajar la coherencia de tu marca (y de tu negocio😉)
Coherencia
Del lat. cohaerentia.
1. f. Conexión, relación o unión de unas cosas con otras.
2. f. Actitud lógica y consecuente con los principios que se profesan.
Definición de la Real Academia Española
Una persona coherente –siguiendo la definición de la RAE– actúa con una actitud lógica y consecuente a sus principios. Seguro que tienes a mucha gente en mente que es coherente. Y alguna que otra que no lo es tanto.
El activista que lucha en redes contra el cambio climático y alardea de vestir fast fashion no es coherente. Tu vecino que se queja en el bar diariamente de lo sucia que está la parada del autobús pero presume de no pagar impuestos no es coherente.
Pues exactamente igual ocurre con las marcas.
Una marca coherente es aquella cuyas acciones corresponden con sus valores y cuya cultura organizacional se activa en los distintos puntos de contacto mediante elementos –tanto visuales como conceptuales y comunicativos–, productos, servicios y acciones que son consecuentes entre si✨.
Las marcas coherentes son aquellas que alinean ideas, valores, comunicaciones y acciones
Quizás el 'ser coherentes' suene casi a obviedad, pero es realmente una tarea bien compleja, pues dependemos de la percepción externa para adquirir esta coherencia tajante y convertirnos en una marca con significados alineados entre lo que decimos y lo que dicen de nosotros.
Realmente es este el fin último de una marca: ser percibidos como una entidad, un ente, un 'todo'. Y aquí no será suficiente con trabajar nuestro sistema visual, sino que tendremos que generar un entorno colaborativo, multidisciplinar y multidireccional lo suficientemente sólido como para que derive en relaciones y vínculos entre el contexto en el que vive la marca y esta misma.
Marca. Negocios. Y personas.
Hoy traigo cinco puntos fundamentales para trabajar tu marca de forma coherente:
1️⃣ Visión y Misión
Tener definidas una visión y misión será un punto de partida importantísimo para no jugar a improvisar y que todas los componentes del equipo conozcan y activen la marca correctamente bajo objetivo común. Ambos aspectos son movilizadores de equipos y activadores de los valores del proyecto.
La visión de una marca es un concepto que evoca al futuro. Es la idea que tenemos de nuestro proyecto, una especie de declaración aspiracional de intenciones que activa nuestra marca por completo y que es capaz de generar cambios en la compañía. Es un objetivo que ha de suponer un planteamiento ambicioso que guíe, active y movilice🚀.
La misión responde a cómo vamos a llegar a ese objetivo futuro. La forma en la que vamos a conseguir que esa idea (la visión) sea una realidad llevando a la acción a los valores, la personalidad y la filosofía de nuestra marca. En definitiva, es el modo en el que se activará la estrategia de marca: partners, empleados, colaboradores, ¡todos manos a la obra!
Por lo tanto, si tenemos definidos visión y misión, supondrán un punto de partida esencial para gestionar nuestra marca desde la coherencia, pues seremos capaces de desarrollar la autenticidad de nuestro proyecto desde dentro hacia todas las activaciones en los distintos puntos de contacto.
‼️ ¿Te apetece saber más sobre la visión y la misión?
En este otro artículo te enseño a definirlas😉
2️⃣ Valores de marca
Tal y como ocurre con tu vecino el gruñón o el –no muy coherente– activista medioambiental del inicio, los valores de la marca serán un pilar estratégico fundamental, ya que influirán directamente en todas y cada una de las acciones que se lleven a cabo en la compañía, tanto interna como externamente.
Si definimos nuestra marca como alegre, creativa y tolerante será absolutamente coherente que llevemos a cabo una campaña colaborando con jóvenes reales que tengan novedosos perfiles profesionales desarrollando una serie de creatividades repletas de los color y copys atrevidos y rompedores; lo cuál no quedará del todo coherente con una marca que quiere posicionarse como austera, convencional y formal. Quizás a esta última le venga mejor poner un stand donde personalicen con bordados corbatas de ejecutivos en un eventazo.
Las marcas, al igual que las personas, son una construcción moldeable. Aquí el branding –entendido como la gestión estratégica– juega un papel fundamental, pues tiene la labor de construir y comunicar la personalidad de la marca desde el corazón de la organización a todos sus públicos, sean o no clientes. Esto de 'construir la personalidad' va mucho más allá de comunicar en el tono o con la actitud de su fundador/a. Nada de eso.
Las organizaciones han de comunicar con una personalidad propia, que sea consistente y sostenible en el tiempo y que vaya de la mano al combo lo que somos-lo que decimos-lo que hacemos.
La marca ha de expresarse con su propio tono de comunicación –palabras–, pero también con su tipografía, un estilo fotográfico concreto, en campañas creativas en redes sociales, pero también cuando publicamos una oferta de empleo o cuando respondemos por email a uno de nuestros proveedores.
3️⃣ Cultura organizacional
Si si, cultura. No basta con comunicar internamente. Debemos ir más allá: fomentar la integración de nuestro equipo e instaurar el sentido de pertenencia. Un sistema de valores y creencias compartidos entre la organización y sus empleados. Un compromiso mutuo que se traduce en hábitos, comportamientos y actitudes que definen en ADN de la compañía y, en definitiva, de la marca.
Trabajar la esencia de marca internamente será un camino seguro hacia la coherencia.
👉🏼 ¿Quieres saber cómo lo hacen Ikea, Netflix o Google?
Puedes verlo en este otro artículo sobre Employer branding
4️⃣ Puntos de contacto
Todos y cada uno de los puntos de contacto serán imprescindibles para hacer realidad la coherencia de tu marca: packaging, newsletter, redes sociales, espacio de trabajo, firmas de email…
Aquí la identidad visual (tipografías, colores corporativos…) será una de las grandes protagonistas, es la responsable de las primeras impresiones, el look de la estrategia de marca, una herramienta esencial para hacer palpable la personalidad y los valores.
Peeeeero, no puedes descuidar la importancia de los mensajes y cómo activamos la identidad verbal: el tono y la voz serán también imprescindibles para transmitir nuestro punto de vista, nuestro posicionamiento y nuestra propuesta de valor.
Imprime, enmarca y crea una especie de altar con tu plataforma de marca😸 en espacios comunes de trabajo. Es una herramienta muy poderosa que te ayudará, además, a reducir la improvisación.
5️⃣ La figura del Brand Manager
Contar con un responsable que custodie la identidad de tu marca será, sin duda, una buena decisión. El Brand Manager se encargará de mimar y salvaguardar la estrategia inicial para posicionar tu marca con coherencia en el mercado: propuesta de valor, misión, visión, propósito, identidad visual…
Este perfil profesional conecta a la marca con sus públicos, toma decisiones en base a las tendencias del mercado –y el sector en el que se desenvuelve– y activa la marca. Creatividad, análisis de datos, trabajo en equipo y resultados.
Gracias por haber llegado hasta aquí😋.
¡Nos leemos la próxima semana!👋🏼