Hablemos de debranding
Hace no mucho os contaba sobre el significado del término blanding y por qué debíamos acelerar el paso y huir un poquito de él. Hoy os traigo otra palabreja parecida que muchos tratan como tendencia. Con todos ustedes… Redoble de tamboreeees: ‘DEBRANDING’.
¿Te suena eso de tener algún síntoma extraño en tu cuerpo, mirar en google y de repente pensar que te quedan dos días de vida? Pues lo mismo me ha pasado a mi al googlear el término😅. (Lease en tono de humor, pleeeease)
1️⃣Primera parada: wikipedia
El debranding es una estrategia de marketing para eliminar el nombre del fabricante de un producto para que parezca menos corporativo, o para ahorrar en publicidad
“Para ahorrar el publicidad”. Ay mamá qué risa. Noooo, no es para ahorrar el publicidad. Es un modo de hacer publicidad, ok, una manera de -lejos de la venta tradicional y unidireccional- implica a sus públicos. Más que un ahorro, es una inversión que muy lejos está de hacerlo con el fin del 'ahorrar'. No me imagino yo a Coca Cola planificando un ejercicio de debranding pensando en ahorrarse un dinerito. No.
2️⃣Segunda parada: ¿tendencia?
Infinitos blogs o webs especializadas relacionan el término 'debranding’ con la palabra TEN-DEN-CIA. Pues mira, lo siento muy mucho, pero vengo a desmontar el asunto. Esto se lleva haciendo desde hace bastantes años por lo que tendencia tendencia no es. Sorry not sorry.
Ya llevo dos paradas y aun no te he contado qué es el debranding. Vamos a ello.
¿Qué es el debranding?
Venga, después de esta introducción bien cargadita de ironía os cuento qué es -en mi humilde opinión- el debranding:
El debrading es un recurso creativo_técnica de comunicación_cambio de enfoque donde la marca -intencionadamente- se despoja de algún elemento gráfico característico (normalmente el logotipo), reduciendo así su corporatividad
Puede darse como un proceso de adaptación gráfica de la marca con vistas a largo plazo o como una acción concreta de marketing. Esta 'descorporatización' imprime a la marca cierta actitud cercana que transmite un cambio de foco.
Algunos puntos clave
El debranding es una acción creativa a largo plazo y/o promocional que puede estar enfocada a la venta directa o bien a la experiencia del usuario.
Podemos destacar varios aspectos:
A nivel de diseño: en términos visuales la marca se simplifica, pero ha de seguir resultando fácilmente identificable. La corporatividad se diluye pero nunca desaparece del todo.
A nivel estratégico:
Puede ser un ejercicio estupendo de empatía al fomentar la interacción y personificación de un producto. La marca logra hacer partícipe a su cliente logrando que sean ellos el centro de la acción, teniendo esto un gran peso en la decisión de compra.
También puede llevarse a cabo para dar protagonismo a otros aspectos de la marca o producto: diseño, calidad, notoriedad, liderazgo dentro de una categoría…
Veamos algunos ejemplos.
Ejemplos de debranding, distintas formas de usarlo
¿Cuándo hacer uso del debranding?
Es una cuestión muy interesante. No todas las marcas pueden llevar a cabo acciones (ya sean a corto o largo plazo) haciendo uso de este recurso, puesto que solo serán realmente reconocidas aquellas que tengan un buen puesto en el top of mind de los públicos.
Por lo tanto, es casi un capricho al alcance de muy pocos. De lo contrario, si a una marca con poco recorrido la despojamos de sus elementos visuales para cederle el espacio al cliente, es muy probable que la acción no se relacionase directamente con ninguna compañía en concreto.
Cierto es que, aquellas marcas que tengan la notoriedad suficiente como para darse el gustazo, la autenticidad que transmite el debranding es indiscutiblemente poderosa, ya sea por poner a su consumidor en el centro o por la valentía y carisma de darle el protagonismo a tu producto por encima de la propia marca.
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Y que no sea esto último un freno para algún proyecto pequeño que le apetezca llevar a cabo alguna creatividad con esta visión. La historia siempre la escribieron los valientes.🙃